En este mismo espacio he contado como hice un curso de luneville en septiembre de 2019 y como fue un auténtico desastre en cuanto a frutos.
El nulo resultado solo fue un revulsivo para intentarlo con más ahínco, de tal manera, en el tiempo que estuvimos confinados ( con lo que tenía por casa) lo volví a intentar.
Fue gratificante hacer más de seis puntadas, tenia mostacillas y conseguí implementarlas e incluso al transformar una prenda el empleo de esa técnica le aportó valor.
El siguiente paso fue usar lentejuelas, con las que tenía del curso, unas que tenía por casa y otras que enfile yo hice algunos paños de prueba.
Tenia algo de horganza y probé, pero fue con la llegada del día del libro y las ganas de realizar un homenaje, esto unido al deseo de plasmar lo aprendido en «algo» que dio como resultado elaborar unas iniciales con lentejuelas, para tener un resultado más plano y usarlo como marcapáginasLocalicé comercios on_line donde adquirir lentejuelas y descubrí la enorme oferta no solo en colores, también en tamaños. Por tanto puedo asegurar que ningún marcapáginas que yo oferto no es repetido.
El acompañamiento de la inicial también ha evolucionado rápidamente. El acceso a tiendas de telas me permitió acceder a bordados que han embellecido más estas piezas sin aportar grosor.
La aplicación de un forro o base, también es objeto de prueba, el suede, ( especie de polipiel) terciopelo, piel o ante son diferentes opciones que aportan ductilidad, cuerpo pero sin aportar grosor.
Además no se deshilachan y el corte con la tijera dentada asegura esa idea y aporta uniformidad
Poco a poco la cosa ha ido evolucionando a mejor. Los marcapáginas más elaborados y complejos. Y con la experiencia los trabajos más bonitos.