
Silla de nogal
El año pasado, en un desembalaje de muebles, encontré esta bonita silla para restaurar. En principio pensé, aprovechando su colorido asiento de enea, pintarla y destacar sus motivos de talla.
La pieza requería unas pequeñas intervenciones para solventar sus partes estropeadas.
El barniz que tenía fue fácilmente retirado con alcohol y lija.
El asiento lo he hidratado dándole una capa de aceite de linaza. Esto ha resaltado su singularidad y permite destacar el colorido.
Después de escuchar la opinión de mis compañeras de restauración opté por dar unas capas de goma laca a muñequilla y se resalta , de esta manera, la belleza de esta pieza. Después de aplicar el barniz con una bayeta se sacó el brillo a la silla.
No sabía mucho mas del origen de esta pieza pero al ver una revista de viajes y encontrarme esta última imagen sobre un museo en la Provenza, me aclaró mucho mas sobre la procedencia y estilo de la silla.
Maribel Solano Montes
La silla ha quedado preciosa, y el asiento de enea tiene un colorido que no he visto en ninguna silla así. Buen trabajo de restauración para una pieza que al parecer proviene de la Provenza.